miércoles, 6 de octubre de 2010

VALERIA TENTONI

Curtiembre (inédito)

O que el hijo estaba quieto entre el cuerpo
agazapado,
como si algo estuviese por suceder pero nunca
y el útero: pistilos, filamentos,
estalactitas blandas de miel apenas seca
pero nunca, eso que viene llegando y se arremolina
se pestañea

pero casi llega o la voz se oye como un trino o un gorjeo,
pero no hay, o alguien viene y la puerta es un alfarero tramando lo oscuro
contra el cuerpo néctar la madre se bebe
su propio cáliz y desanda
los bordes de las cosas.

Y vino otro,
el corazón aterido y los huesos diadema,
huesos para coronar la madre y su carne mordida
de noche. La madre trunca.

No hay nombre posible para el hijo muerto, dijiste
y hubo que estirar las palabras sobre la mesa
como harina y agua
y después
esperar que leven.

Tuvimos que alisar el estómago,
nosotros, entre las parras que sembramos en el cielorraso,

una curtiembre, la habitación
y la cama:
un destajador sonámbulo
que nos muele los dientes.

*

Tuerta (de La martingala)
A la memoria de mi abuela Carmen.

Y para dónde voy con la carga tuerta,
con el saco de arpillera y
su lastre como savia
de leche materna
-un caracol que se empecina entre las plantas-.

La abuela arranca
el tallo
aprieta fuerte lo primero que sale de la tierra
y estira
el mundo hacia arriba

le saca el yuyo, lo feo, lo sobrante,
y es fuerte la abuela
es un poco
toro
así, arrancando el yuyo y deja el cantero
tan hermosamente verde
tan absurdo de verde, el cantero

lo deja
como se dejan sobre la mesa del comedor
las cartas ajenas.
*

Tambo (de La martingala)

Que cuando era chica
mi mamá me llevaba al campo
me ponía
botas de plástico Pampero
para que los yuyos no me raspen
-ahora supongo que apenas lastimarían mis tobillos
pero entonces
podían arrancarme un ojo-

y sobretodo
porque estaba lleno de bosta,
-como brillantina de caracol
las vacas también ceden su lastre
a la tierra-

y porque la cuestión no era esquivar
la mierda.

La cuestión
era pisar la mierda sin mancharse la ropa.




VALERIA TENTONI. Bahía Blanca, 1985. Está cursando las últimas materias en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Es investigadora y ayudante de cátedra en esa casa. Se formó en el taller de Alberto Laiseca. Dirigió la revista La Quetrófila entre 2007 y 2009. Colabora en publicaciones culturales de Argentina, Chile, y España con reseñas, cuentos, poesías y entrevistas. Actualmente, co-dirige la revista El Monstruo de la Ría. En 2009 publicó Batalla sonora (poesía), por Manual Ediciones de Rancagua, Chile. Web: www.valeriatentoni.blogspot.com

6 comentarios:

  1. "y porque la cuestión no era esquivar
    la mierda.

    La cuestión
    era pisar la mierda sin mancharse la ropa."

    Impecable. Se podría hacer un ensayo con este recorte. Me lo llevo en la mente, claro, si se lo prestas a mi memoria.
    Aplausos!

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  2. optimos valeria....si , todos cedemos el lastre a la tierra. me encanto

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  3. se lo presto, claro!!
    gracias che! y gracias a Andrea por el lugarcito entre los focos.

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  4. sos grossa! grossa grossa! soy tu fan!

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