TODAVÍA
Todavía está por responder una pregunta
hecha dos décadas atrás, que lo dejó
paralizado.
Con un poco de suerte, en quince años más
podrá explicar lo que le ocurre
esta misma noche.
Y SIN SABER QUÉ HACER
Y sin saber qué hacer
con la pregunta que oscurece
tu cuerpo. Sos
(el pasajero de) tu esqueleto. Pulso
presentido entre el calambre
y el deseo, la señal
se interrumpe. Nadie
resguarda su nada tras
de nada. ¿Un pensamiento
llevado por la suma
de huesos? ¿Un aire
inhabitable? Vas
por la calle con la sospecha
de que nadie te ve.
Pero la brisa
te resuelve, la brisa
y no su imagen.
Aquello que no ves
viaja igual por la carne.
ELLA
Ella se acerca al rosal,
recorta con cuidado algunas hojas.
Luego va hacia el limonero en el centro del patio
y vuelve a entrar a la casa.
El pelo muy negro, las piernas muy flacas.
Algo la muerde hace tiempo.
A veces, cuando está sola,
mira el rosal por la ventana.
AHORA MIREN LA GLORIETA
Ahora miren la glorieta
enferma. En cada azulejo
brilla el nombre de los caídos
en combate por la salud.
Todas las mañanas
viene un jubilado a pasarles el trapo.
Horacio Fiebelkorn nació en La Plata en 1958.
Ha publicado diversos libros, desde el 2002 vive en Buenos Aires.
Varios tuvimos el gusto de conocerlo en Bahía Blanca, durante una lectura.
*Elegías, de Horacio Fiebelkorn, Ediciones Al Margen. Colección Poesía. 2008.
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