martes, 28 de septiembre de 2010

MARCELO DIAZ

DÍPTICO PARA SER LEÍDO CON MÁSCARA DE LUCHADOR MEXICANO / Marcelo Díaz*

I – La Era del Karaoke

Los cactus han brotado en el verano, uniformes e instantáneos. Se los ve
desde el bar Oro Preto (sic), en el declive de una tarde bochornosa.
Se oye hablar de palmeras, de playas donde el agua es de un celeste cristalino,
de cardúmenes que se abren como estallidos multicolores,
se oye el hielo derretirse en vasos de cuello largo,
y motores que regulan en el semáforo de la avenida,
y los primeros acordes del tema musical de Titanic.
Están en un extremo de la peatonal Drago, frente al bar Oro Preto,
están entre los cactus, bajo el cartel azul y verde que dice MOVISTAR,
delante de un mundo iluminado por celulares y sonrisas ploteadas en el vidrio.
¡DUPLICATE! ¡RECARGAME! ¡SOMOS MÁS! Pero ellos no son parte
de la campaña de MOVISTAR, tampoco lo son los cactus,
aunque una mujer le dice a otra: mirá qué lindos
los cactus que puso MOVISTAR. Pero los cactus, verdes, instantáneos,
uniformes y estampados sobre una gruesa lona vinílica, no forman parte
de la campaña publicitaria de MOVISTAR, están ahí
para simbolizar el desierto
aún presente en la ciudad, están ahí
para recordarnos que el desierto
sigue ahí, bajo el cemento. Aunque es cierto
que son lindos y que los artistas
se inclinaron por la misma tonalidad de verde que los creativos de la transnacional. Ahora,
desde una mesa en la vereda del bar Oro Preto,
asistimos al hundimiento del Titanic, que este grupo
(dos sikus, dos parlantes, una quena,
un amplificador TONOMAC, una flauta de pan)
interpreta con entusiasmo andino entre cactus de lona vinílica,
ante un cardumen multicolor de celulares
que se recargan y se duplican en la pecera telefónica.
El Titanic, en la versión electro-kolla, más que hundirse, se disuelve
en trinos de quena y siku, y he aquí a los músicos,
sobrevivientes tenaces del naufragio de un continente, en los estertores
de la era del karaoke, con sus ropajes que juzgamos típicos, aunque no sepamos
típicos de qué, de pie y agradeciendo la llovizna
de aplausos que no bien
toca el desierto se evapora.
II – Señas de identidad
Para el taxista que mira en diagonal el conjunto
desde su parada en Avenida Colón
son bolivianos, pero están
disfrazados de otra cosa; para el cafetero que atraviesa la peatonal
con su carrito de metal lleno de termos
son paraguayos que se hacen los bolivianos, y además
hacen playback; para el cajero del bar Oro Preto
son todos de Fuerte Apache, si bien concede
que la versión de Chiquitita
es lo mejor de un repertorio
marcadamente multicultural, y a él, en particular, le gusta;
para el guardia de seguridad privada de MOVISTAR
son un objeto a desalojar, tarde o temprano, cuando le den la orden;
para las administrativas de la Universidad Nacional del Sur
que se hacen un minuto y toman un café, las plumas del vestuario son
de papagayos amazónicos, y sus colores: ¡heer-mo-sos!;
para el productor agropecuario que en su camioneta exhibe
ESTAMOS CON EL CAMPO, como quien dice “estoy conmigo”,
en un ejercicio de solidaridad identitaria
difícil de superar, son bolivianos que se cansaron
de juntar cebolla en Mayor Buratovich y ahora se dedican
al arte musical; para el Presidente de la Nación Nicolás Avellaneda
el problema es el desierto; para el joven abogado Estanislao Zeballos
se trata de quitarles el caballo y la lanza
y obligarlos a cultivar la tierra con el Rémington al pecho, diariamente;
para el Ministro de Guerra Julio Argentino Roca 1 Rémington se carga
15 indios a la carrera, el resto es hacer cuentas,
y embolsar; para el periodista que se arrima
con espíritu etnográfico y pregunta:
¿de dónde son? la respuesta es: vamos
a Monte Hermoso, después a San Antonio,
hacemos la costa, y tenemos
una oferta imperdible: The best of siku, volumen cinco, que contiene
La casa del sol naciente, Imagine, Hotel California, Cuando los ángeles lloran,
y la versión de Chiquitita que acabamos de escuchar,
a sólo quince pesos,
por ser usted.

*Primavera 2010, Monte Hermoso, el aire cálido trae un sonido a siku desde la esquina derecha de la Plaza Parque. Dos personas cruzan la calle y me miran. Uno de ellos me dice ¿te acordás del poema del poeta enmascarado?
Sí !!! fue mi profe del taller literario, Marcelo Díaz.
- ¡Qué buen poema!
- Yo me acordaba de las pancartas de movist....Llego a Bahía y se lo pido para compartir.
- Hecho

El blog de Marcelo Díaz: http://accionliteraria.blogspot.com/

DANIEL MARTINEZ


 Jardín de las mariposas enamoradas*


 1

Cuando murió su esposa
el poeta de la dinastia Tang
Li Chuang Tse
escribió diminutos poemas de amor
en las alas de mariposas vivas
que después echaba a volar
y por supuesto nunca nadie leyó

dicen que se murió de tristeza
la tumba donde descansan sus restos
junto a los de su esposa
se le conoce como el jardín
de las mariposas enamoradas.


2

Los marineros de Quing-Dao
por cada mujer que conocen se tatúan una estrella
en lo que llaman el cielo del amor
nadie puede mentir ya que la mentira
los condena a la soledad eterna después de muertos

algunos tienen los brazos llenos de estrellas
otros la espalda o el pecho

por cada hijo que tienen
se tatúan un sol
por cada hija una luna

así es como se reconoce a simple vista
a cualquier marinero de Quing-Dao

3
En shao yen
los adolescentes concursan 
con diminutos poemas de amor
por el beso de las muchachas del pueblo

si a dos muchachas
les gusta el mismo poema
ellas deben escribir uno
 para ver quién besa al poeta
y ser besada por primera vez

si los adolescentes se enamoran y se casan
un artesano graba el poema
junto a sus nombres
en los anillos de la boda


4
La princesa Tching Tse Li
les perdonaba la vida a los condenados a muerte
por la corte de su padre a aquellos
que escribieran aceptables poemas de amor

de allí la frase china
escribe como un condenado

los fragmentos que aún  se conservan
de la antología se conocen
como el valle de las palabras salvadoras

5
En Irian Jaya Indonesia
los poemas de amor se guardan
de generación en generación
en una caja de marfil
junto a las joyas y los documentos importantes

así se van conservando los relatos
de sus historias familiares
y el origen pintoresco de los sobrenombres
de cada familia

una es la familia de los poemas tristes
otra la de los amores junto al río
está la bienamada por segunda vez
o la familia de la viuda de los ojos color de cielo

cuando alguien no deja descendientes
los poemas de amor familiares
son quemados en la pira del difunto
y luego depositan sus cenizas
en una barca cubierta de flores y velas
en las tranquilas aguas del río Membrano

6
Los Sakas son una tribu de África
que delimitan su territorio escribiendo
en los árboles la historia amor de cada pareja

así pueden leerse en idioma saki
toda la historia amorosa de la tribu

los árboles sirven de guía
como los nombres de las calles
de cualquier ciudad occidental

si un árbol se seca antes de que la pareja muera
estos harán una fiesta donde quemarán su madera
implorando a los dioses que graben sus nombres en el cielo
y sembrarán en el mismo lugar un nuevo árbol
para que cuando crezca lo suficiente
sus descendientes escriban su propia historia de amor

7


Mi primer poema de amor




en la cerca de  madera

que rodea la casa de Neruda en Isla Negra

los enamorados escriben sus nombres
junto a sus poemas de amor

uno dice:

no te mueras sin escribir un poema de amor
aunque nadie lo lea
aunque sea un poema triste
                    o cursi
aunque tengas que quemarlo
u olvidarlo en la mesa de algún bar
aunque no creas en el amor
(es una buena excusa para empezar a dudar)

todo hombre merece un poema de amor

toda mujer merece un poema de amor

nadie debería morirse
sin antes escribir un poema de amor

bajé hasta la playa subí a esas rocas
 entre la casa y el mar
y escribí mi primer poema de amor.

*Son los poemas más bellos que leí en lo que va del 2010. Mirá Daniel que leí poesía este año !!! No es un dato menor!

El blog de Daniel Martínez  http://katrulibros.blogspot.com/

lunes, 27 de septiembre de 2010

GERONIMO UNIBASO

Marea


I
Proa sur.
Recién salimos y ya extrañamos
-no alcanza el mascarón a aullentar las penas-
pero más no se puede hacer
la plata no alcanza
hay que salir
proa sur
a zona de pesca.

II
En la orilla del día
me recuesto en cubierta;
el mar y el cielo entremezclados
en invisible línea.

III
Confío mi vida al buque
de regreso de largo viaje

Traslada mi cuerpo el buque:
su roda corta el agua con facilidad,
pero la quilla de balanceo
no basta para amortiguar
la amplitud de los rolidos.

Y el espolón destinado
a abrir rumbos en otro buque
al embestirlo...

IV
Resuena lejano el peñasco por olas combatido.
(espuma)
¿qué será de mi mujer?
¿qué de mis hijos?
El mascarón no alcanza a ahuyentar los fantasmas:
abandonado aquí, en el justo medio del mar,
no hago más que pensar en ellos.

V
Alza el mar su brío
y tritura las formas.

Yo aquí, en el exilio,
abandonado de todo y las formas.

El blog de Gerónimo Unibaso  http://espacioreal.blogspot.com/

IRENE GRUSS

En la ruta

Lo único que podría curarme
o que al fin me sacara de este hospicio
es subir a un auto de línea sport
no muy confortable
pero amplio
que lo manejara
un hombre pudiente
potente
y valeroso
o sea temeroso de sí.
Si él aceptara conducir hasta la ruta
(odio el límite de la ciudad,
ese bochorno de la pobreza salpicado por uno que otro

cardo o girasol),
donde comienza la fila larga y azul del lino
o los maizales, amarillos,
si la antena de la radio funcionara
yo podría quitarme este peso de encima
podría mirar las cosas de forma diferente.

Sin que intervenga, sin presión de ningún tipo
este hombre serio o
sonriente
me acariciaría suavemente la nuca
de manera tal
que mi pelo pajizo se convertiría en lacio
mi nudo nervioso pasaría a
relajarse,
y podría mirarlo de frente, sonreírme yo también
o al menos
dibujar un nombre en la ventanilla
sin problema, como si él no existiera.
Entonces yo tomaría el volante
y mientras él descansara
(mirando fijamente la mano contraria)
me pondría a cantar esas canciones de
preguerra
que tanto enloquecieron a la generación
anterior.
Sólo así podría dominar mi ira
solamente así.
Cuando el auto se haya alejado bastante
y el calor sólo sea
esa curiosidad
por las mariposas estrellándose
contra el motor,
y el hombre a mi lado no se inmute
ni se inmiscuya
cuando la
alegría
sea lo único que me plazca.


Remordimiento
Nunca tuve
lo que se dice una buena dentadura.
Con mi boca mordí
su nuca, su garganta,
la forma de morder
se fue adecuando
al poco calcio, la poca fuerza, a
las piezas postizas y a las que
fueron salvadas. Reír, eso quise.
Perdí las ganas de morder
como quien deja la vida a un costado,
la ve ahí,
un vestido de fiesta doblado en la silla.

Llovió sobre el jardín, gotean
de lluvia y de un rocío nocturno
bombitas de colores.

Ahora, con lo que tengo dado
y quitado, con mi boca
beso,
y cada noche, antes de dormirme,
ruego a Dios no morir con los ojos abiertos,
los dientes apretados.

JUANA BIGNOZZI

Soy una mujer sin problemas


Todos lo saben
y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.
Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida
que no entra en mis planes.
Sin embargo yo sueño por las noches
con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;
yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora
me habla amigablemente del resto del mundo
y de mis múltiples amores, tan simpáticos,
tan apropiados como tema de conversación.

La literatura en serio


Como sufro y me aburro resulto bastante divertida,
a veces represento situaciones,
la mujer comprensiva, el hombre triste;
como no tengo sentido de la oportunidad,
puedo interrumpir la mejor escena de amor,
y para que nadie dude de mi inteligencia,
me ocupo de problemas casi ridículos.
Rodeada de gente que espera cosas de la vida
o practica la tragedia,
mis explosiones de júbilo son bastante frecuentes,
y como me regalo horizontes, cucharas que vacían mi corazón,
casi siempre estoy triste,
por eso mi alegría es digna de verse.

-
Una poesía para impresionar
con grandes imposibles olvidos que no llegan
o esas frases de: tengo para poco
una poesía en realidad para ser un animal herido entre la gente
para irse a un rincón y tratar de no molestar
si digo esa poesía ya no me interesa
es porque he empezado a sentir gusto por la vida en serio.

-
Con el invierno los amigos han vuelto a casa
yo pregunto seriamente
¿Qué vas a hacer de tu vida juana?
Sufro, amo, todos rabiamos por la revolución
a veces tengo miedo de que seamos felices.
Los amigos han vuelto con los brazos abiertos
preguntan qué pasa en nuestra ciudad,
yo sólo puedo describir tu rostro,
para decirlo de una vez el rostro del amor.
¿Qué vas a hacer juana
con la juventud que aún te queda,
con las historias inverosímiles
los amigos en solfa,
los amigos en serio
y toda esta ternura
que quién sabe adónde irá a parar?


(de Mujer de cierto orden, 1967 –recopilado en La ley tu ley, Adriana Hidalgo editora, 2000)

jueves, 23 de septiembre de 2010

ALEJANDRA PIZARNIK


Anillos de ceniza

                                                         A Cristina Campo 

Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi gargan
ta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.



 - - -


Cenizas

La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.

Pronto nos iremos

Arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.

¿Qué haré conmigo?

Porque a Ti te debo lo que soy

Pero no tengo mañana

Porque a Ti te...

La noche sufre.

- - -


Cuarto solo

Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe.






miércoles, 22 de septiembre de 2010

KAREN GARROTE

MEZCLAR

La raíz tenía un agujero por donde salían los chicos. El supuesto árbol tenía hojas verdes en dos tonos. Los guardapolvos rosas y celestes a cuadritos se agolpaban en la entrada. Los chicos gritaban, se reían enloquecidos, contentos. No era un pelotero, era una especie de minibosque rodeado de dinosaurios de madera con ojos desorbitados, muy graciosos, pintados de violeta. La paz en una tetera en el suplemento de espectáculos atrajo mi atención: generar tiempo, generar, tiempo, eso me atrajo.
Me acuerdo  de esos días donde el tiempo era infinito, donde ya no quería medirse, donde sólo estaba ahí, conmigo. En cambio ahora ya no había armonía, ya no me completaba. Ahora yo era cajitas, desmembradas, desparramadas al azar, como si alguien las hubiera pateado, descuidado, y así las hubiera dejado.
Me acuerdo de esos días en que los amigos tenían tiempo,, en que tenían, en que eran amigos, en que eran, en que. Las nenas corren, se resbalan en el puente del árbol, son flores rosas. El Cordo me dijo que un día me iba a encontrar así, sola, tomando algo, sola, sin querer compañía, doblando la bombilla de plástico hacia adentro del vaso, doblándome, hacia adentro - vos hacés cartas de color rojo, yo de azul, las tiramos en el piso y los chicos las van dando vuelta- explica una maestra jardinera a otra, entusiasmada, como si hubiera planeado el curso del universo con crayones. Me acuerdo de Liliana, mi primera maestra, ojos vidriosos, boca roja, tocaba el piano. Me llamo Ofelia, O-fe-lia. Liliana nos invitó a su casa, y tocó el piano. La atmósfera era tan seria, tan formal para chicos de 6 años. Pero Liliana se lució, y su mamá trajo el té; con torta, venía el té. La bandera, el elástico, la obra de títeres en que me tocó ser cantante de ópera, vecina molesta, finalmente asesinada por sus vecinos. Colores que se mezclan, el rosa, los cuadritos, el celeste, esa sonrisa eterna, esa inocencia disfrazada de frescura que no durará.
Ya no sabe igual mi té ante ojos ajenos, y sí, a ellos  les falta té (¿o es que a mí me sobra?) El peor de los errores, la ausencia. Y esta chica, esta chica que mezcla té, que mezcla sabores, olores, y colores, me gustaría intuirla, una vez, verla obrar, ver si sabe, si lo sabe, si ha comprendido de qué se trata, que no se trata de nada, que es nada. Pero creo que ella, solamente mezcla té.

Karen Garrote,  17grises editora. Ausencia de té.  (2008:16-17)

El blog de Karen Garrote: http://kgarrote.blogspot.com/

martes, 21 de septiembre de 2010

GUADALUPE MURO

¿Con quién dormías?

Hace años que un libro no me quita el sueño, no me lo arrebata y lo estalla contra el deseo.
Anoche sucedió. La culpable del desvelo fue la autora de ¿Con quién dormías?. Guadalupe Muro me voló los ojos cuando leía.

Hay cosas que se fingen y hacen bien

la típica apropiación que hace el amante de las palabras del amado

juré crueldad

cuando escribiste sobre lo embarazoso del amor
no me conocías, pero ¿a quién
dejaste más entorpecida que a mí?

después de eso
sólo quedaron los libros que nos recomendamos
como notas al pie de página

si sufriste un poco
deberías sangrar más

tiene que ser así

hay cosas que se fingen
y hacen bien



hay una medida de lo bueno
y suele ser caprichosa

cosas importantes
cualquier alteración
en lo cotidiano
es un poema

estoy condenada a escribir cosas brillantes para tener sexo


EDITORIAL: HUESOS DE JIBIA. (2007:16)