jueves, 14 de julio de 2011

DAIANA, 5to B


"Una Sombra Extraña"


Me iba a dormir, en una noche tormentosa, como tantas. Pero antes de hacerlo, tenia que echar un vistazo, a las puertas. Ya que todas las cerraduras debían estar serradas, por que algunas se abrían en las noches de mucha tormenta.
Después de asegurarme, fui al baño. Al entrar, no sentí nada raro, abrí la canilla, deja correr el agua, tome la pasta dental, el cepillo de dientes y luego el baso para el agua.
Puse la pasta dental en el cepillo, y lo introduci en la boca, para lavarme los dientes, llene el baso con agua y cerré la canilla.
Yo sentía que alguien me observaba, pero no le di importancia y pensé ¿Como va a haber alguien si la ventana esta cerrada? ¿No? Y entonces seguí con lo que estaba haciendo.
Luego me mire al espejo y vi que una sombra negruzca, pasaba rápido, rápido, muy rápido y no puede distinguir que era. Y seguí lavándome los dientes, pero ahora con mucho mas miedo, ya que había algo, pero no sabia que era, pero volví a pasar.
Y entonces me pregunte ¿Estaré loca?
Después comencé a lavarme las manos y la cara con jabón. Y de repente se abrió la puerta del baño, di media vuelta, y la cerré, cuando volví a dar la otra media vuelta, para ir al lavamanos, volví a ver esa sombra, pero ahora observe que entraba en la cortina del baño.
Y como empecé a asustarme, fui corriendo hacia la puerta. Estaba cerrada. Busque la llave, pero no la encontré, corrí hacia las ventanas: cerradas también. Fui en busca del teléfono, pero no tenia línea.
Entonces fui a la cocina, en busca de un elemento para defenderme, ya que tenía hacerlo, por si la sombra, se dirigía hacia mí.
Cuando voy en busca de dicho objeto, tocan la puerta, me dirigí hacia la misma. Y pregunte ¿Quién es? Y no contesto nadie, y mis latidos subían casa vez mas, volví a preguntar. ¿Quién es?  Y contesta, soy yo, tu hermana.
Abrime la puerta, que no puedo entrar. Peor yo no puedo abrirte, por que no encuentro las llaves de la casa.
¿Vos tenés las tullas? Si, contesta.
Entonces abrí vos, pero antes tengo que ir a buscar un bárrete, para destrabar la puerta.
Después de lograrlo, mi hermana abrió. Y le conté lo sucedido, ya que en el baño. Había algo muy extraño.
Cuando nos estábamos yendo, ya que teníamos mucho miedo, y no nos queríamos quedar, ni dos minutos más en esta casa.
Sentí un tintinea en mi bata. Eran las lleves de la casa.
Pero ya era demasiado tarde.

 Daiana, 5to B.

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